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Joyas escondidas del Este de Noruega

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Sonia Larriu, Delegada Comercial de Icárion para la zona Sur y Canarias.

abril 2022

Sonia Larriu es Delegada Comercial de Icárion, lleva 27 años en el sector y su trayectoria laboral ha girado siempre en torno al turismo, por lo que poder trabajar en algo que le apasiona, le permite dar lo mejor de sí misma, con gran entusiasmo e ilusión.

Índice

La magnitud de sus fiordos ha eclipsado durante años al resto del país a ojos de los turistas internacionales. Aunque es cierto que el norte de Noruega hace ya unos años que se empieza a dar a conocer al mundo y se programan viajes para disfrutar de las auroras boreales y los paisajes nevados en invierno, hay otras zonas que todavía permanecen bastante vírgenes y es precisamente por ello que son un paraíso para descubrir. Especialmente por aquellos que quieren disfrutar de un viaje tranquilo, muy al estilo “Slow Travel”, disfrutando de lo local y sostenible, sin prisas y además de forma cómoda, sin largos desplazamientos.

Inicio del viaje desde Oslo

Por todo ello, en marzo de este 2022, a finales del invierno, me aventuré a descubrir una zona poco frecuentada, pero de fácil acceso desde el aeropuerto principal de la capital del país, Oslo Gardermoen.Empezamos el viaje hacia el norte para hacer el recorrido desde Oslo hasta Hamar, bordeando el lago Mjosa.

Destilería Atlungstad

Hicimos una parada a orillas del lago, en la Destilería Atlungstad, la única destilería histórica de Aquavit en Noruega, dónde las patatas todavía se destilan de manera tradicional. Hasta la destilería, se puede llegar en verano navegando en el barco de vapor Skibladner, lo que ofrece un plus a la visita cuando se realiza en esta temporada. En invierno y aun entrada la primavera se disfruta sin embargo de unas vistas del lago congelado que son impresionantes.

Fue una sorpresa que el propio dueño de la destilería, Tom Vidar Gunneriusen, nos recibiese y nos diese una pequeña explicación sobre el proceso de destilado y la historia de su empresa.

Brumunddal

Tras la visita y degustación, continuamos hacia Brumunddal en busca de nuestro hotel para esta noche; el Wood Hotel, considerado el hotel de madera más alto del mundo con sus 85,40 metros que albergan 18 plantas. Fue inaugurado en el año 2019 y es reconocido por su compromiso con la sostenibilidad. No te puedes perder en su restaurante un típico plato de salmón noruego. No hace falta mencionar, que este hotel va muy en la línea de los principios y valores de Icárion en cuanto a la sostenibilidad. ¡Desde la planta 18 hay unas espectaculares vistas del lago, ahora congelado!

Kvarstad Chocolate Factory

El siguiente día de viaje, salimos del hotel para realizar nuestra primera parada del día en Rudshogda en Ringsaker y visitar la Kvarstad Chocolate Factory, que como su nombre indica, es una fábrica de rico, riquísimo chocolate artesanal. Un coqueto espacio con todo lujo de detalle para pasar un rato agradable y degustar sus cafés y chocolates. En este momento, ahora en vísperas de Semana Santa, están desbordados de pedidos, con los famosos huevos de Pascua. Todas estas fábricas, hoteles y demás locales que visité, están en lo que comúnmente se llama en la zona “Granjas”. Aunque no es el concepto que tenemos en España de granjas, sino el de ellos y esto le da ese toque diferente a este viaje pues nos adentra en una zona en la que el viajero va a descubrir las tradiciones y costumbres del lugar, bastante alejadas de las masas turísticas.

Lillehammer

Seguimos el viaje camino hacia Lillehammer, ciudad Olímpica en 1994. En esta ciudad estuvimos visitando uno de los mayores museos al aire libre de Noruega, el Maihaugen, un museo etnográfico donde pudimos entrar en algunas de sus más de 200 casas históricas desde el siglo XIII hasta la actualidad. Allí te puedes hacer a la idea perfectamente de qué manera vivían tradicionalmente desde esa época. La atracción principal de este conjunto es su iglesia de madera Garmo del siglo XIII. Además, puedes subir hasta el Estadio Olímpico desde donde tienes unas vistas impresionantes de la zona.

Región de Valdres

Después de la visita de este curioso museo, continuamos hacia la región de Valdres, que se extiende desde los valles del sur hasta las montañas de Jotunheimen en el norte. Es una zona que, paisajísticamente hablando, merece mucho la pena. No es el típico paisaje al que estamos acostumbrados cuando visitamos la zona de fiordos. Es montañoso, pero contrasta en todo momento con el agua que no perdemos de vista. Hicimos parada en Aurdal en la fábrica de cerveza Sma Vesen, donde puedes hacer una degustación de ella, así como del pescado fermentado que preparan en la granja Noraker, siendo la 14ª generación la que continúa hoy en día con la tradición. Esta familia ha ganado varias veces el primer premio en la competición anual del Norwegian Rakfisk Festival. Se trata de un sistema de “fermentación” de pescado de manera tradicional que le da un sabor muy fuerte y no apto para todos los paladares, pero no deja de ser un sabor muy peculiar. Siempre es bueno tener a mano alguna de las cervezas tradicionales tan buenas que se hacen por aquí por si el sabor del pescado nos resulta demasiado fuerte. Continuamos para alojarnos en un hotel de montaña, actualmente rodeados de nieve. El hotel Gomobu Mountain Lodge, regentado por una familia que hace más de 30 años, vienen albergando huéspedes en su refugio, cuenta con 35 habitaciones y 11 cabañas. Este alojamiento, lo más parecido a un albergue o refugio de montaña, es muy reconocido en la zona por su gastronomía, de la cual dimos fe. En los alrededores se puede practicar cualquier tipo de deporte de nieve como paseo con raquetas, esquí de fondo, esquí alpino, descenso en trineo o simplemente pasear por la nieve. Desde aquí puedes visitar el Valdres folk Museum, que se trata de un museo de cultura y arte tradicional de la zona.

Granja Piltinsgrund

La siguiente parada la realizamos en la granja Piltinsgrund. Es una granja con mucho encanto, donde Siri y su marido Rasmus, han dejado su vida de funcionarios para darlo todo en este proyecto, sostenible y natural, que ya los antepasados de Rasmus, fundaron en el 1796. Cuentan con habitaciones y granja con animales para recibir, tanto a familias con niños, como a gente que quiere retirarse del mundanal ruido y vivir unos días en la naturaleza, disfrutando de un enclave totalmente natural. Su idea de negocio va enfocado a un sistema totalmente innovador, dónde además de criar a todos los animales de la granja de una manera sana y natural, con pastos naturales, ofrecen un cuidado y delicado espacio, con gusto y exquisita atención.

Kistefos Museum y fábrica de Cristal Hadeland Glassverk

La siguiente parada fue en el Kistefos Museum, uno de los parques de escultura contemporánea más importante de Europa. Un paseo agradable entre arquitectura, historia industrial, exposiciones de arte y rodeado de unos paisajes de ensueño. Aquí cerca nos alojamos en el Hotel Thorbjornrud. Se trata de un hotel en la línea de todos los anteriores, un hotel bastante más grande, pero sencillo y guardando las líneas y el encanto de lo rural y del estilo tradicional noruego. Se encuentra a 6 minutos a pie de una playa de arena, a 8 minutos de la fábrica de cristal de Hadeland Glassverk y a 53 km del aeropuerto de Oslo. Esta fábrica se fundó en el año 1762, siendo la más antigua de Noruega. La fábrica se puede visitar y te dan la oportunidad de soplar el vidrio y poder llevarte tu creación.

Regreso a Oslo

Puedes regresar a Oslo para acabar este recorrido donde disfrutarás del nuevo Skyline de Oslo, con la Opera Hause y el recientemente creado Munch Museum. Nosotros lo hicimos alojándonos a una hora de Oslo en Hadeland en el Granavolden Gjaestgiveri Hotel. Realmente todo un viaje en el tiempo, pues tanto en el hotel como en la zona, te sientes trasladado a otra época.

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