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El Triángulo termal de Chequia y algunas excursiones cercanas

Pepa-Garcia

Pepa García, Periodista y redactora de Etheria Magazin

marzo 2023

Pepa, es periodista de viajes. Fue redactora jefe de la revista Viajeros, colaboró con las revistas De Viajes u Hola Viajes y actualmente es redactora de Etheria magazin además de adjunta de prensa y relaciones públicas de Czech Tourism en España.

Índice

Las dimensiones de la República Checa permiten combinar en un solo viaje las atractivas propuestas de su capital, Praga, con excursiones temáticas que aportan experiencias atractivas y poco conocidas. Entre las regiones que más adeptos gana cada año está Karlovy Vary, un territorio que reúne ciudades termales, castillos y espectaculares paisajes naturales. 

La puerta de entrada a la región de Karlovy Vary es la ciudad homónima, un lugar ideal para alojarse al menos dos o tres noches y desde donde resulta sencillo descubrir bonitos pueblos, castillos y parajes naturales. Las bondades termales de esta zona de grandes bosques incluso han sido reconocidas por la Unesco, entidad que las incluyó en la categoría de ‘Los grandes balnearios de Europa’. Si bien no es esencial ser amante de la buena vida para recorrer este rincón del noroeste checo, sí que resulta un buen incentivo. Para empezar de forma relajada, te animamos a descubrir Karlovy Vary, Mariánské Lázně y Františkovy Lázně.

Karlovy Vary

La arquitectura y el ambiente señorial de Karlovy Vary es una invitación a viajar con la imaginación a otras épocas en las que sus calles eran transitadas por reyes, nobles, políticos, escritores y músicos. Una esfera social que tenía una cita anual con los balnearios de esta ciudad a los que acudían para recuperarse de sus dolencias. Los beneficios de las fuentes termales situadas en este entorno fueron descubiertos por casualidad, según dicta la leyenda, por el rey Carlos IV (de ahí su nombre) durante una cacería en el siglo XIV

El glamour de Karlovy Vary resulta evidente durante la visita a ambos lados de la orilla, ya que está dividida por un río que actúa como eje y resulta un elemento muy útil para ubicarse. En un paseo por la misma, lo primero que llaman la atención son sus monumentales columnatas bajo las cuales se alojan unas fuentes de las que brota agua con distintos componentes y a diferente temperatura. El agua, que procede directamente de los manantiales subterráneos, se suele beber en unas jarritas que se venden en pequeños quioscos y que luego serán un bonito souvenir. Si al pasar veis algún puesto con obleas, no dejéis de comprar una, son tradicionales de este lugar y están riquísimas.

Además de tomar las aguas, también es aconsejable conocer el licor checo más famoso, el Becherovka. El mejor lugar para tener una primera toma de contacto es en su museo, donde se narra todo lo relacionado con su historia, ingredientes, producción… y, lo mejor, termina con una degustación de sus variedades

Si eres amante del cristal de Bohemia, también es conveniente acercarse a la factoría Moser. Está situada a pocos minutos en coche y allí se puede ver en directo cómo trabajan y admirar posteriormente las piezas expuestas en su museo.

Mariánské Lázně

La segunda ciudad balnearia de este Triángulo termal es la preciosa Mariánské Lázně. Su elegante arquitectura, casas señoriales, hoteles termales y buenos restaurantes fueron elogiados en el siglo XIX y lo siguen siendo hoy día. Por allí pasaron personalidades tan importantes como Chopin, Kipling, Edison, Goethe o Wagner e incluso fue el lugar donde se reunieron Eduardo VII y Francisco José I. Para conocer los placeres a los que se rindieron personajes de tan alta alcurnia como George VII es posible reservar un tratamiento en la Cabina Real del complejo Nové Lázně, donde todo sigue casi igual que estaba en 1905.

El descubrimiento de las propiedades de los 160 manantiales que rodean el lugar se lo debemos a un médico del cercano monasterio de Teplá, Johann Josef Nehr. Este profesional pudo comprobar cómo con el uso de estas aguas mejoraban dolencias digestivas, respiratorias, nerviosas y renales

Es un placer caminar por los grandes parques de la ciudad y observar cómo la vida transcurre de una forma tranquila y pausada. En el recorrido te llamará la atención la monumental Columnata Principal bajo cuyos arcos además de fuentes se sitúan cafeterías donde reposar sin prisa. No olvides tampoco acercarte a la cercana Fuente Cantante, con un espectáculo de música y agua cada cierto tiempo. El programa lo puedes ver en unos paneles próximos.

Františkovy Lázně

La más pequeña del Triángulo termal checo, Františkovy Lázně, es un complemento ideal para una excursión por estas ciudades balnearias. Este pequeño rincón, calificado por el poeta alemán Goethe como el “paraíso terrenal”, fue fundado a finales del siglo XVIII y su nombre homenajea al emperador austríaco Francisco I.

Al igual que en las ciudades anteriores, hasta aquí llegaban importantes personalidades como Johann Strauss, Franz Kafka, Ludwig van Beethoven o al príncipe Klemens von Metternich lo que propició que las construcciones siguiesen la misma línea elegante y a la moda de sus hermanas.

Además de visitar las fuentes, alojadas en bonitas construcciones, también hay que visitar la escultura del pequeño František, un niño desnudo que trae suerte (eso aseguran) a las mujeres que desean quedarse embarazadas o tienen problemas para concebir.

Castillos de cuento (o de telenovela)

Desde las tres ciudades mencionadas se pueden realizar excursiones que llevan a descubrir bonitos castillos y palacios checos; sin duda, uno de los atractivos que nadie debe perderse en un viaje a Chequia. Todos ellos tienen una impronta de cuento de hadas pero guardan historias más propias de telenovelas por lo que conviene realizar las visitas guiadas para no perderse ninguna de sus historias. Entre los más cercanos e interesantes están los siguientes:

Castillo de Loket

Visible desde la lejanía, este castillo que parece una prolongación de un promontorio rocoso fue construido en el siglo XIII y ha sido testigo a lo largo del tiempo de los vaivenes históricos de Bohemia. No sólo merece la pena observarlo desde las afueras o desde el río Ohre, a sus pies, sino que se debe visitar el interior para admirar sus frescos medievales, la antigua farmacia o su peculiar sala de tortura. Además, este es también el escenario de diversos eventos durante todo el año.

Palacio de Bečov nad Teplou

Este complejo palaciego no sólo tiene interés por su arquitectura o por su bonita ubicación sino que su mayor tesoro es un enigmático relicario. El relicario de Santo Mauro se ha visto envuelto en una serie de historias truculentas donde no faltan enigmas ni espías. Fue en 1985 cuando un equipo de investigadores comienza a buscar un objeto por encargo de una persona anónima del extranjero, esto levantó sospechas en la policía checa que también comenzó a hacer pesquisas...

El desenlace no pudo ser mejor, ya que se localizó bajo la capilla de este palacio un gran caja dorada con una rica ornamentación del siglo XIII. Está considerado el segundo objeto más valioso de Chequia, después de las Joyas de la Corona. Tras una meticulosa restauración, el relicario se expone en una sala con todas las medidas de seguridad y una luz tenue que no perjudique su conservación.

Palacio de Kynžvart

Rodeado de jardines y con un frondoso bosque donde es un placer pasear, el palacio de Kynžvart es otra de las visitas obligadas. Este era el lugar de descanso veraniego del príncipe Klemens von Metternich, un personaje temido en todo el país pero que aquí se dedicaba a descansar y a relajarse en el entorno de la zona balnearia. Uno de sus hobbies favoritos era coleccionar rarezas, de ahí que el espacio más interesante del palacio sea su “Gabinete de curiosidades”.

Allí podrás ver cosas tan estrambóticas como un amuleto de lord Byron, el cuaderno de oraciones de María Antonieta, el escritorio de Alexander Dumas o un cigarrillo inacabado del emperador Napoleon III.

SOOS, la naturaleza nunca deja de sorprender

El entorno natural de la región de Karlovy Vary oscila entre los parajes naturales y los entornos montañosos y todos ellos se prestan a realizar rutas senderistas, pero si sólo se puede escoger un lugar para una mañana o una tarde de excursión el espacio más impactante es la Reserva Natural de SOOS. Se puede aprovechar la visita a la cercana ciudad de Františkovy Lázně para recorrer estos inusuales páramos donde surgen entre las turberas pequeños volcanes de lodo. La sensación es la de un enorme pantano que respira y palpita a tu paso, lanzando burbujas y pequeños geiseres, un paisaje irreal que se puede recorrer con facilidad gracias a un sendero de madera en el que se ofrecen didácticas explicaciones en varios puntos.

En la entrada de la reserva también encontrarás un pequeño centro de interpretación donde podrás documentarte antes de iniciar el paseo.

La región de Karlovy Vary, con su amplia oferta termal, sus castillos y parajes naturales es un destino idóneo para los amantes de la belleza en toda su acepción.

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