Índice
Son muchos los viajeros que vienen a Egipto cada año desando visitar y fotografiar el inmenso legado de la fascinante civilización que creció a orillas del Nilo. Durante un viaje a Egipto tendrás la oportunidad de contemplar inmensos templos, impresionantes pirámides, extraordinarios complejos funerarios, bellos paisajes y mucho más. La mayoría de los afortunados visitantes optarán por recorrer el Nilo en un barco para contemplar lugares llenos de belleza y misterio como Karnak, Luxor o Abu Simbel. Pero visitar El Cairo es casi obligatorio.
El Cairo es la capital de Egipto y una de las megaciudades más grandes del mundo, con una vasta área metropolitana que se extiende como el Gran Cairo e incluye Giza y los suburbios exteriores. El corazón palpitante de la ciudad está enclavado y centrado alrededor de las orillas del majestuoso río Nilo. Sus aguas son fuente de vida para los egipcios desde el amanecer de la civilización humana. Es una ciudad vibrante, llena de una actividad caótica a todas horas, nunca duerme.
Todos los visitantes que llegan a la ciudad ansían contemplar en persona las tres gigantescas pirámides de piedra que se alzan en la meseta de Giza, construidas para el eterno descanso de tres soberanos de la dinastía IV: Keops, Kefrén y Micerino.
Sin duda, también buscarán captar con su cámara la imagen de la Gran Esfinge, posiblemente la estatua más fácilmente reconocible relacionada con el antiguo Egipto, y una de las más famosas del mundo.
Pronto, otro proyecto faraónico se unirá a las maravillas ya existentes para hacer de El Cairo una de las ciudades más importantes a nivel cultural: El Gran Museo de El Cairo.
Una inversión de cerca de 1.200 millones en seguridad, multitud de servicios y mucha sostenibilidad para crear un espacio de medio millón de metros cuadrados donde albergar 150.000 obras milenarias. A un lado del museo, la antigua carretera a Alejandría, al otro, se levantará una avenida que unirá el museo con la necrópolis que se levanta en la distancia.
La riqueza cultural del antiguo Egipto ha deslumbrado al mundo desde siempre. Tierra de abundancia, sus inmensos recursos durante sus años de gloria como reino de los faraones aún perviven como creaciones que ofrecen a la Humanidad un registro permanente de la grandeza del inventivo pueblo que vivió en las orillas del Nilo. Durante milenios, todo lo relacionado con esa gran civilización antigua que una vez se apoderó de esas tierras permaneció siendo un misterio hasta que un erudito francés, Jean-François Champollion, logró dar con la clave para descifrar la escritura jeroglífica que cubría, templos y tumbas milenarios, gracias a la llamada Piedra de Rosetta, dando paso al nacimiento de la Egiptología. Un siglo después, en 1922, Howard Carter se convertía en el arqueólogo más famoso del mundo al descubrir la tumba de Tutankamón, el descubrimiento arqueológico más importante del siglo XX pues albergaba un tesoro como no se había visto nunca en la historia de la arqueología.
El tesoro encontró un nuevo hogar en el Museo de El Cairo: la máscara funeraria, las joyas, los sarcófagos… permanecieron durante años en la llamada Sala del Tesoro. Este emblemático museo, construido en 1901, ha albergado durante más de un siglo innumerables museos y artefactos arqueológicos y ha sido visita imprescindible para todos aquellos viajeros que llegaban a El Cairo en busca de cultura y conocimiento.
Si quieres saber más sobre el antiguo museo te invito a leer este otro post del blog de Icarion.
El Museo Egipcio de El Cairo | Icárion (icarion.es)
Pero ha llegado el momento de dar un paso más. Ahora, en el siglo XXI, Egipto está preparando un gran regalo a la Humanidad: el Gran Museo Egipcio, se convertirá en el museo más grande del mundo dedicado a una sola civilización.
Ser guía egiptólogo desde hace más de 20 años tiene sus ventajas y la administración del gran Museo de Egipto me invitó a ser parte de un tour exclusivo por las galerías principales del Museo que quedarán abiertas al público, por fin, el 16 de octubre de 2024.
Estas galerías consisten en 12 salas grandes que albergarán más de 60.000 piezas principalmente centradas en tres aspectos de la cultura egipcia: la sociedad, los reyes y la religión, desde la época de los antiguos egipcios hasta la época griega-romana.
Entre estas 60.000 piezas encontraremos extraordinarias joyas de la arqueología y obras maestras recolectadas en diferentes tumbas y templos a lo largo y ancho de todo Egipto.
Como egiptólogo y apasionado de nuestro pasado y cultura es imposible no emocionarse con la extraordinaria colección de joyería expuesta por primera vez. Los visitantes podrán deleitarse también con pinturas murales únicas que cuentan una gran parte de la historia de los faraones distribuidas por la mayoría de las salas. Las galerías del museo representan un porcentaje de 75% de la colección que contiene el Museo.
Como ya he comentado, la exposición girará principalmente en torno a tres cuestiones que estarán representadas a través de innumerables artefactos expuestos de una manera bien ordenada y contemporánea, para ayudar al visitante a comprender cómo la civilización egipcia se ha desarrollado a lo largo de la Historia.
El propio edificio está diseñado para dejar sin aliento a cualquiera que se acerque a sus puertas. Los visitantes serán recibidos por una enorme explanada, cuya escala ha sido calibrada para provocar una respuesta emocional similar a la de estar frente a las pirámides. En el interior, una estatua del faraón egipcio Ramsés II, de más de 10 metros de altura y 3.200 años de antigüedad preside el atrio. Una gran escalera asciende invitándonos a descubrir más tesoros mientras los ventanales dirigen nuestra mirada hacia las maravillas de la Antigüedad que se alzan al fondo. Perfectamente integrados en el proyecto del museo, una serie de bellos jardines son los encargados de crear un microclima favorable.
El Gran Museo Egipcio está destinado a convertirse en el emblema de la ciudad de El Cairo, una joya de la corona que se transformará en una visita imperdible para cualquier viajero que llegue a Egipto.