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Motivos para realizar un crucero por el Nilo (aunque no seas fan de los cruceros)

Desiree-dominguez

Désirée Domínguez, Profesora, Guía y Egiptóloga.

mayo 2022

Oceanógrafa y egiptóloga de formación, guía y profesora de profesión y viajera, curiosa y ávida de información por vocación, Désirée ha trabajado en el Museu Egipci de Barcelona y el Museu de Cultures del Món. Disfruta explicando aquello que le apasiona a todo aquel que quiera escucharla y mostrando que hay todo un mundo por descubrir, como muestra en su blog “Segunda estrella a la derecha”.

Índice

Cuando pensamos en un crucero normalmente nos imaginamos un gran barco como los que surcan el mar Mediterráneo, los fiordos noruegos o los transatlánticos: gigantes y lujosos hoteles que albergan en sus entrañas a miles de turistas que bajan en manada en cada uno de los puertos de sus escalas para ser conducidos en autobuses a realizar fugaces visitas de los lugares de interés. El ocio y/o el relax serán los protagonistas de los días de navegación. Piscina, espectáculos, abundante comida, masajes, juegos, cine, teatro, casino, tiendas… todo lo que puedas imaginar al alcance de tu mano en ese gran buque en el que viajas.

Valorando la posibilidad de viajar en un crucero

Personalmente no tengo nada en contra de ellos, pero no es el tipo de viaje que a priori desearía hacer. Conozco casos de gente que debido a las condiciones meteorológicas no ha disfrutado del crucero como había imaginado, pues el mar, en ocasiones es bravo y viajar en un barco puede hacer que nuestro estómago no tenga ni un momento de descanso si el balanceo del barco es notable. Tampoco soy fan de que me conduzcan como parte de un rebaño de ovejas, me gusta ser dueña de mi tiempo, ver las cosas con calma, buscar la mejor luz y encuadre para mis fotografías, disfrutar del paisaje, del lugar, de sus gentes y saciar mi curiosidad. Es por esto por lo que todavía no he realizado ningún crucero de largo recorrido. No digo que nunca vaya a hacer uno, pero por el momento no es mi estilo. En cambio, aquí estoy dándote motivos para que, si estás pensando visitar el país de los faraones, te animes a hacerlo en un crucero por el Nilo… curioso, ¿no? Si eres de los que les gustan los cruceros, enhorabuena, sigue leyendo y te contaré porqué debes hacer un crucero por el Nilo. Si por el contrario eres más de mi estilo, de los que no te convence la forma de viajar en un crucero, confía en mí y sigue leyendo, puede que cambies de opinión.

Si alguna vez te has planteado visitar Egipto y has buscado viajes a la antigua Kemet, la tierra negra, te habrás encontrado con la posibilidad de hacer un crucero. Son ya muchos los sellos de Egipto que llevo en mi pasaporte. He viajado por libre y en viajes organizados, por placer y por trabajo, a los sitios más turísticos y a los más desconocidos, me he alojado en hoteles de lujo y en tienda de campaña. Egipto es un país mágico, su historia te envuelve y te atrapa, sus monumentos te asombran, sus gentes te enamoran, sus colores deleitan la retina, su río te envuelve y hace que fluyas con él…

El Nilo, frontera física y espiritual

El río Nilo es el responsable de que Egipto haya sido la gran civilización que fue. Los antiguos egipcios se orientaban por el río. El río y su valle fértil eran llamados Kemet, la Tierra Negra, en honor al fértil limo negro que cubría los campos tras la estación de la inundación. Lo que no era Kemet era Desheret, la Tierra Roja, el implacable desierto. El río también ejercía de frontera política. Egipto, también conocido como el País de las Dos Tierras, estaba dividido en el Alto y el Bajo Egipto: el sur (desde la primera catarata hasta el comienzo del delta) y el norte (el delta) del país respectivamente. Pero también el río servía de frontera entre dos mundos espirituales, al este, por donde nace el sol, el mundo de los vivos, al oeste, donde se pone, el mundo de los muertos. Sólo había que cruzar el río, física y metafóricamente, para pasar de un mundo a otro.

Egipto, un don del Nilo

Los egipcios, como hábiles observadores, fueron grandes conocedores del cíclico proceso fluvial: la inundación y su estiaje. Iteru, río, es la palabra que lo designaba la mayor parte del tiempo hasta que la esperada crecida hacía acto de presencia cada año. Conocedores del milagro de la inundación, los egipcios convirtieron a este fenómeno natural provocado por las copiosas lluvias en las montañas etíopes en un dios, Hapi. Si la inundación era escasa eso provocaba sequía, malas cosechas y hambre, si era demasiado abundante podía llegar a afectar a las poblaciones, una catástrofe. Es por esto por lo que los egipcios tuvieron que aprender a “domesticar” la crecida y observar atentamente sus variaciones. Actualmente no hay nada que temer al Nilo. La presa de Asuán, construida a mediados del siglo XX, es la reguladora del caudal del río.

Recorrido de un crucero por el Nilo

Los cruceros por el Nilo se realizan en un pequeño tramo de su extenso recorrido, el que cubre la distancia entre las ciudades de Luxor y Asuán, unos 250 km aproximadamente. El trayecto discurre por una zona tranquila, sin zonas de rápidos o cataratas, puedes dejar perfectamente la biodramina en el botiquín de casa, no la vas a necesitar ya que apenas notarás el movimiento del barco. Sólo hay que salvar un desnivel en la zona de Esna. Para solventar este desnivel fluvial hay que cruzar por la esclusa. Siempre que puedo me acerco a la cubierta del barco a ver la apertura y cierre de las compuertas de la esclusa, me sigue fascinando ver cómo la ingeniería nos ayuda a solucionar esos pequeños problemas que tan caprichosamente nos regala la naturaleza. Además, los vendedores de Esna aprovechan la ocasión para acercarse a los barcos a vender sus mercancías. Todo un espectáculo digno de ver.

Puedes realizar el crucero en ambos sentidos, de Luxor a Asuán (5 días/4 noches) o de Asuán a Luxor (4 noches/3 días), e incluso el trayecto de ida y vuelta (8 días/7 noches). Visitarás lo mismo en cualquiera de ellos. Las visitas habituales incluidas en un crucero son las siguientes:

- Luxor: templo de Luxor, templos de Karnak, Valle de los Reyes (entrada a 3 tumbas), Templo de la reina Hatshepsut, Colosos de Memnon.

- En navegación: templo de Edfu, templo y museo de Kom Ombo.

- Asuán: templo de Philae, cantera del obelisco inacabado.

Lee bien el programa del crucero que desees realizar, básicamente son todos iguales, pero hay algunos que incluyen monumentos que otros no (por ejemplo, Valle de las Reinas, tumba de Tutankhamon, Ramesseum…).

En mi primer viaje a Egipto, hace ya muchos años, tuve la suerte de realizar el crucero que cubre la distancia desde El Cairo a Asuán, unos 900 km (12 días/11 noches), bastante difícil de realizar actualmente por motivos de seguridad en el Egipto Medio.

Lo que incluye el Crucero

Las visitas que se realizan durante el crucero están todas incluidas. Tú te despreocupas de todo. Aunque bajarás a hacer las visitas con todos los pasajeros de tu barco a la vez, no te preocupes, los barcos fluviales no tienen la capacidad de los cruceros de largo recorrido. Como todos los cruceros siguen el mismo programa y las mismas premisas verás que hay lugares en los que se juntan más barcos para hacer la visita al mismo tiempo. Es normal, pero como ya he dicho antes, se trata de barcos fluviales de baja-media capacidad. La cantidad de gente que encuentres en los lugares dependerá, sobre todo, de la época del año en la que viajes.

Una gran ventaja de los cruceros es que dispones de guía en español (o el idioma que demandes). A Egipto todavía no ha llegado la moda de los free tours, así que es muy recomendable visitarlo con guía, y si es un guía enamorado de Egipto, su historia y su cultura, mejor que mejor. Huye de aquellos que sólo te den cifras y datos que olvidarás con rapidez y puedes encontrar en una guía de viaje con facilidad y acércate y escucha a aquellos que entienden, que lo comprenden de verdad y pueden explicarte el cómo y el porqué de las cosas. Eso hará que tu viaje sea inolvidable.

No te preocupes por dónde comer o cuánto te costará. Los cruceros por el Nilo tienen la pensión completa incluida. La gran mayoría de barcos sirven buffet internacional donde no falta comida para todos los gustos, incluso para el público infantil. Los amantes de la comida árabe, las especias y probar productos locales están de enhorabuena, no faltará un espacio para la comida local en el buffet. Siempre hay opciones para los alérgicos o intolerantes a algún alimento y si no las encuentras pregunta, el personal del barco estará dispuesto a solucionar cualquier problema al respecto.

Lo que no incluye el Crucero

Las bebidas no están incluidas. Todas las bebidas y extras que consumas durante el crucero se anotarán a la cuenta de tu cabina, la cual abonarás el último día. Si se te ofrecen excursiones optativas, recuerda que estas no están incluidas. Asimismo, tampoco están incluidas las propinas. Puede que no sea tu costumbre dar propina, pero los egipcios sí están acostumbrados a recibirla por su servicio y supone una parte importante de sus ingresos.

¿Aún con dudas respecto a hacer un crucero?

Si estás pensando en aprovechar tus vacaciones en EGIPTO para DESCANSAR Y DORMIR hasta más tarde de lo habitual, olvídalo, en ese caso Egipto NO es tu destino. En Egipto el sol aprieta fuerte desde bastante temprano, no en vano Ra, dios del sol, es uno de los principales dioses del panteón egipcio. La mayoría de las visitas se hacen temprano en la mañana para evitar las horas de máxima exposición solar. Se madruga bastante, pero se regresa al barco a la hora de comer y se puede disfrutar de las comodidades de a bordo.

Si te da miedo hacer un crucero porque ves coartada tu libertad, no temas. Si prefieres no unirte al grupo en las visitas y hacerlo por libre, o prefieres ir a comer o cenar a algún restaurante podrás, solo tienes que comunicarlo al personal del barco y respetar el horario de regreso al barco. Si prefieres hacer el viaje en privado, con un guía solo para ti, también es posible; Icárion pone a tu disposición bastantes programas de este tipo por un suplemento no demasiado elevado con respecto a los viajes en grupo.

Cuando el barco está parado para pernoctar (en Luxor o Asuán) puedes salir de él cuando gustes a dar una vuelta por los alrededores. Hay muchas cosas para ver y hacer en Luxor y Asuán tanto o más interesantes que las incluidas en el crucero, y si te interesa la egiptología seguramente te quedarás con ganas de visitar otros lugares, pero esto será objeto de otro post.

Egipto es un país con una civilización que orientó su cultura hacia la muerte, pero actualmente es un país vivo, con una activa vida social, especialmente al caer el sol, si dispones de tiempo libre te animo a que explores la ciudad. En Asuán, los barcos suelen atracar cerca del zoco, no temas callejear, oler las mil especias, sentarte en alguno de sus cafés a tomarte un té con menta o un carcadé o dejarte enredar por los vendedores (ojo, ¡no olvides regatear!).

Seguro que algún conocido que ya ha estado en Egipto te ha hablado de los peligros del agua del grifo y del llamado “mal de los faraones”. Estoy hablando de la común y siempre molesta e inoportuna diarrea del viajero. En Egipto es bastante común si tomas alimentos que han pasado por el grifo o incluso si te echas un trago de agua mientras te duchas o al lavarte los dientes. En lo referente a las comidas y bebidas durante el crucero, no hay que tener miedo, simplemente ser prudente. En todos los barcos y hoteles de cierta categoría los hielos de las bebidas son de agua embotellada y los alimentos son tratados con respeto. En ocasiones el causante no es la comida sino un golpe de calor. Por si acaso lleva siempre un antidiarreico contigo. Más vale prevenir.

Si eres de los que en su tiempo libre les gusta ir de compras, darse un baño tranquilamente, contemplar el paisaje o leer un libro estás de suerte. En un crucero por el Nilo podrás hacer todo lo que te gusta. Si eres de los que prefieren más vida social, te gusta el baile, los espectáculos o tomarte una copa con amigos también podrás hacerlo. Por las noches se organizan juegos, gyncanas, espectáculos y hasta fiestas de disfraces. Las horas pasan volando en la cubierta del barco viendo las estrellas, tomando algo mientras charlas con los amigos. A veces es difícil saber cuándo retirarse, pero no hay que olvidar que al día siguiente toca madrugar :P.

Mis motivos para hacer un crucero por el Nilo

Siempre que viajo a Egipto descubro cosas nuevas. Tras muchos viajes a Egipto hay cosas que sólo he conseguido ver o vivir viajando en un crucero por el Nilo. Los paisajes que ves son únicos. Esa salvaje diferencia de colores entre el verde de la ribera y el naranja del desierto es algo que no se borra fácilmente de la memoria. Y esas puestas de sol donde parece que el sol es tragado por el horizonte en cuestión de segundos… al contemplarlas es cuando comprendes que los antiguos egipcios creyeran que el sol moría cada día por el oeste para renacer de nuevo por el este. El río Nilo sigue otorgando vida, vida que contemplas en las islas que forma a su curso en forma de papiros y lotos, de garzas y abubillas, de percas… un placer para los sentidos. Navegando pasas por pequeñas áreas rurales donde parece que el tiempo se ha detenido, contemplándolas crees viajar en el tiempo.

Aunque me encanta viajar por mi cuenta, estar un día aquí y otro allí y organizarme mis propios viajes debo reconocer que es muy cómodo viajar en crucero. Es como viajar con la casa contigo. No tienes que preocuparte de hacer y deshacer maletas ni en buscar sitios para comer que se ajusten a tu presupuesto. Cada vez que vuelves al barco después de una larga jornada de visitas lo tienes todo listo. Todo un lujo de comodidad y más si no viajas muchos días.

Por último, pero no menos importante, si haces números comprobarás que viajar por tu cuenta a Egipto no te va a salir más barato que hacerlo con un viaje organizado. Si sumas el precio de los vuelos, la estancia y las entradas verás que sale más a cuenta apuntarte a un paquete. Aunque ya he comentado que no es mi forma preferida de viajar, debo reconocer que hay destinos a los que es preferible hacerlo así, por precio, comodidad o dificultad del idioma. Y Egipto es uno de ellos.

En resumen, que hacer un crucero por el Nilo añadiéndole una estancia en El Cairo, para conocer sus muchas maravillas, es la mejor forma que conozco de tener un primer contacto con el maravilloso país de los faraones. Y como estoy segura de que te encantará, siempre puedes volver en más ocasiones y conocer otras partes del país o de otra forma.

Egipto, sus monumentos, su gente, su cultura no dejan a nadie indiferente. Yo no recuerdo cuándo me enamoré de este país, pero sí recuerdo cada vez que vuelvo a él los motivos que me hicieron desear saberlo todo sobre esa apasionante civilización. El Nilo es uno de ellos.

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