Air France y KLM: azules por fuera y verdes por dentro

Parece que poco a poco avanzamos hacia nuestra realidad pre-pandemia. Después de tantos meses en modo hibernación, parece que la actividad turística se ha despertado. Así lo demuestran los datos del número de pasajeros que han pasado este verano por los aeropuertos europeos en general y por los españoles muy en particular. Estas son buenas noticias, que no deben sin embargo hacernos olvidar que esta recuperación debe de hacerse de manera sostenible y responsable.

El transporte aéreo une a las personas, las economías y las culturas, pero también tiene un impacto medioambiental muy importante y somos conscientes de ello. Tengo la suerte y el orgullo de trabajar en unas compañías aéreas como Air France y KLM que trabajan desde hace años en hacer del transporte aéreo un sector respetuoso con el medioambiente. Nuestro grupo ha transmitido a sus 76.000 empleados el deber y el compromiso de trabajar en la transición ambiental, en cada una de nuestras diversas actividades. Esto es algo que llevamos en nuestro ADN. Todos podemos aportar algo y por eso el grupo Air France-KLM lidera desde su creación la transformación de nuestro sector con el fin de garantizar a las generaciones futuras un transporte aéreo sostenible y responsable.

Nuestros objetivos pasan por limitar la huella y el impacto de nuestra actividad en el medioambiente, reduciendo en un 50% nuestras emisiones de CO2 por pasajero y kilómetro para 2030 (con respecto a 2005) y alcanzar las cero emisiones netas de CO2 para todos los vuelos dentro y fuera de la EU en 2050 (Air France KLM) . Para ello, trabajamos en varios frentes, entre otros, en la modernización de nuestra flota con nuevos aparatos más eficientes como el Boeing787 Dreamliner o el Airbus A350, o en el uso de combustibles menos contaminantes como el biocombustible, que consiste en una mezcla de keroseno convencional y aceites domésticos reciclados, productos de desecho y residuos forestales. Es lo que llamamos SAF en sus siglas en inglés (Sustainable Aviation Fuel).

Así, con esta inquietud, mi equipo y yo nos preguntamos cómo podíamos trabajar con las agencias de viajes para contribuir al objetivo de lograr un turismo más responsable a través del combustible sostenible. Desde hacía tiempo, nuestros compañeros que trabajan con clientes de empresa ya estaban encontrando socios para contribuir a ese proyecto, y nosotros pensamos que no podíamos quedarnos atrás. ¿Por qué no llevarlo también a las agencias de viajes?

En ese momento nuestro camino se cruzó con el de nuestros amigos de Icárion. Un turoperador nuevo, que nació con el espíritu y el compromiso hacia la sostenibilidad que buscábamos. En Icárion, igual que en Air France-KLM, eran conscientes de que podíamos aportar mucho y que nuestros clientes comunes, tanto las agencias de viajes como los propios viajeros, tenían mucho interés en escuchar todas estas propuestas que teníamos, para desarrollar juntos actividades de sostenibilidad en el aspecto social, económico y medioambiental.

En francés decimos que “las grandes mentes piensan igual y conectan”, y es así como recibimos el apoyo rotundo de Icárion para participar en el programa corporativo SAF de Air France-KLM. Ha sido así como, por primera vez en el mundo desde su lanzamiento, un socio no corporativo participa en este programa. Es un orgullo que haya sido un turoperador español el que haya dado el paso, lo que demuestra el compromiso de nuestro sector turístico con la sostenibilidad.

Con la participación de Icárion en el programa SAF, Air France y KLM podrán invertir en combustible sostenible para la aviación. El SAF permite reducir las emisiones de CO2 en más de un 85% en comparación con el combustible convencional, y además se produce con una técnica circular y limpia contribuyendo a la economía circular. Si bien estamos usando este tipo de combustible desde 2009, fue en enero de este año 2021 cuando KLM operó por primera vez en el mundo un vuelo de pasajeros (en su ruta Ámsterdam – Madrid) realizado parcialmente con queroseno sintético producido de forma sostenible. A día de hoy, Air France y KLM han operado, entre otros, vuelos con combustible sostenible a destinos como Montreal, Nueva York, Los Ángeles o Sao Paolo. Esta participación complementa la política de Icárion de compensar la huella de CO2 de los vuelos de todos sus clientes.

Pero nuestra acción conjunta va a ir más allá. Nuestra ambición es apoyar a Icárion en sus proyectos de reforestación en Uganda, el Bosque Comunitario de Luangwa en Zambia o el Programa de reforestación en Kenia, acercando a agentes de viajes españoles para colaborar en los mismos. Vamos a trabajar conjuntamente para dar a conocer nuestro compromiso y así lograr sumar a cada vez más actores de nuestro sector a nuestro objetivo común.

Este acuerdo es solo un primero paso, pero un gran paso hacia nuestro objetivo, en el que sin duda necesitamos contar con los agentes de viajes para transmitir a los propios viajeros nuestra visión y compromiso de sostenibilidad y responsabilidad en el turismo. Los agentes serán una pieza clave para hacer que entre todos consigamos que un viajero Icárion, volando con Air France y KLM, sea un viajero responsable.