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Siempre había sentido curiosidad por Omán pero al no ser un destino muy explotado a nivel turístico, tampoco sabía muy bien qué esperar. Recuerdo que la primera vez que leí algo sobre este hermoso país lleno de cultura, historia y leyendas, fue buscando información sobre los cuentos de Simbad el Marino.
Simbad el Marino es uno de los personajes más fascinantes de la literatura clásica árabe, conocido por sus increíbles viajes llenos de aventuras, peligros y maravillas. Forma parte de las "Mil y una noches", aunque sus historias fueron añadidas posteriormente y tienen influencias persas, indias y árabes.
Omán y Simbad el Marino están profundamente entrelazados a través de la tradición oral, la literatura y la historia marítima del Golfo.
Se cree que el primer viaje de Simbad hace referencia a Omán y por eso es un personaje tan querido para el pueblo omaní. Las aventuras de Simbad en este país incluyen encuentros con pájaros gigantes, criaturas misteriosas y un aterrador monstruo marino. También encontró una isla mágica, donde encontró un dispositivo mágico que le permitió viajar en el tiempo. A través de sus viajes, Simbad aprendió valiosas lecciones sobre humildad, coraje y sabiduría. Los viajes de Simbad son un testimonio de la belleza y diversidad de Omán pues en cada lugar que visitó, encontró algo nuevo y emocionante: desde pintorescas playas hasta majestuosas montañas, antiguas fortalezas, mezquitas y palacios.
Podría escribir libros enteros sobre los encantos de Omán pero hoy os quiero enseñar las espectaculares montañas de Jebel Sharms. Las montañas de Jebel Shams (también escrito Jabal Shams, que significa “Montaña del Sol”) son el pico más alto de Omán y una de las joyas naturales del país. Están ubicadas en la región de Al Hajar, al norte, cerca de la ciudad de Nizwa. Aquí el clima es mucho más fresco que el resto del país, con temperaturas que pueden bajar a cero en invierno.
Cuenta la leyenda que en la cima de las montañas de Jebel Sharms fotografiaron a la Princesa Diana de Gales llorando amargamente, mientras, a su lado, el entonces Príncipe Carlos pintaba ensimismado la impresionante vista del cañón de la Montaña Verde, ignorando a su triste esposa. No sé qué hay de cierto en esta historia contada por las gentes de las montañas de Omán pero lo que sí es cierto es que los entonces Príncipes de Gales visitaron esta región y que el lugar donde Diana derramó aquellas lágrimas de amargura es hoy un punto estratégico parte de la propiedad del lujoso Hotel Anantara Jabal Akhdar. Bautizado como Diana´s point, en la cima de la meseta Sayq, es un mirador emblemático donde puedes tomar una copa de vino o pedir en matrimonio a alguien. No te dirán que no, la estampa es idílica.
No, no son los Fiordos Noruegos ni el Gran Cañón, no, se trata de Omán en la Península Arábiga, y no, no hay dunas de arena, hay toda una fauna y flora montañosa con ese viento típico de sierra que quema. El senderismo en Jebel Shams es una de las experiencias más espectaculares que puedes vivir en Omán. Con una forma física normal -baja puedes recorrer en 2 días esta increíble cordillera salpicada de encantadores pueblecitos de piedra, con terrazas que parecen campos de arroz balineses pero donde se cultivan rosas de color rosa, con un sistema de riego que es Patrimonio Inmaterial de la Unesco. Si estás en buena forma, puedes optar por un trekking más largo y con algo más de dificultad, recorriendo zonas de belleza inigualable.
Las vistas al cañón de las Montañas Verdes son impresionantes, las horas vuelan mirando el infinito valle. Mi sorpresa fue enorme cuando entendí que debajo, en las rocas, a 2.000 y pico metros bajo mis pies, hay fósiles marinos. Resulta que hace millones de años estás montañas eran el fondo del mar.
Aunque Omán es un país lleno de rincones sorprendentes, para mí, éste fue el lugar donde el asombro fue mayor, porque nunca había encontrado ningún paisaje así tan al sur.
Los hoteles en Omán ofrecen una amplia variedad de experiencias, desde lujosos resorts de cinco estrellas hasta campamentos en el desierto y alojamientos tradicionales en pueblos de montaña. Aunque Omán es aún un destino poco explorado a nivel turístico, cada vez hay más opciones: desde las cada vez más frecuentes guest houses, que te enriquecerán el alma al tener la oportunidad de charlar con las familias locales, a hoteles de gran lujo como el espectacular hotel Alila, otro emblema en medio de esta abrumadora naturaleza.
El Hotel Alila Jabal Akhdar es uno de los resorts más exclusivos y espectaculares de Omán, ubicado en la cima de la cordillera Al Hajar, a más de 2.000 metros sobre el nivel del mar. Es ideal para quienes buscan lujo, naturaleza y cultura en un entorno montañoso único.
La gastronomía de Omán es un reflejo de su rica historia como punto de encuentro de rutas comerciales entre Asia, África y el Medio Oriente. Su cocina combina sabores árabes, persas, indios y africanos, con un uso generoso de especias y técnicas tradicionales. Mi plato favorito fue el Shuwa, que es uno de los platos más emblemáticos de Omán y que consiste en carne (generalmente cordero o cabra) marinada con una mezcla de especias, envuelta en hojas de plátano o palma, y cocinada lentamente en un horno subterráneo durante hasta 48 horas. También me encantó el Majboos, un plato de arroz con carne (pollo, cordero o pescado), cocinado con una mezcla de especias como cardamomo, clavo, canela y laurel. Similar al biryani indio o al pilaf persa. Y por supuesto, para una persona tan golosa como yo, los postres son fundamentales. Si vas a Omán, no te pierdas el Halwa, un postre tradicional hecho con azúcar, agua de rosas, azafrán, nueces y especias. Tiene una textura gelatinosa y se sirve en ocasiones especiales.
No puedo escribir un artículo sobre Omán sin mencionar a su gente. El pueblo omaní es gente amabilísima, el frío de la montaña no les ha endurecido el carácter, son súper cálidos y acogedores. Los omaníes son conocidos por su hospitalidad, cortesía y orgullo cultural. La sociedad omaní es tradicional pero también abierta al mundo, con una fuerte identidad nacional basada en su historia marítima, su islam moderado y su herencia tribal. La hospitalidad es una parte esencial de la cultura de Omán. Ofrecer café árabe (qahwa) y dátiles a los visitantes es una costumbre muy arraigada.
No puedo decir qué país de Oriente Medio me gusta más, porque no lo sé, ni quiero saberlo. Solo sé que Omán es el “no va más”.